La inspiración

Desde pequeña he estado obsesionada con estos seres. Llegaba el verano y se sustituía el llamarme cariñosamente "princesa" por "la sirenita de la casa". Todo el día metida en agua arrugada como una pasa, inventándome mil aventuras. Por supuesto Ariel me tenía fascinada y cualquier libro o película que ha ido cayendo en mis manos sobre este tema, me ha enganchado de principio a fin.

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La colección

Pero no es mi obsesión el único motivo por el que está colección va a ser tan especial para mí. Lo verdaderamente significante son todas esas piezas que llevarán un pedacito de mi, de mis recuerdos infantiles (¡y adultos!) en cada concha y caracola destinadas al diseño de ellas. Conchas y caracolas naturales recogidas por mí desde que tengo memoria y que guardo como un tesoro más valioso que el oro.